La primera vez que leí El futbol a sol y sombra, de Eduardo Galeano, lo odié. Me pareció un libro que se encargaba exclusivamente de resguardar, sin crítica alguna, lugares comunes alrededor del futbol.
Hoy de eso han pasado cuatro años y debo admitir que mi reciente lectura de esta obra me ha dejado un sabor diferente.
Puedo entender, por ejemplo que la lectura que hace Galeano del futbol y sus participantes es más poética que crítica. Es decir, tomarlo como fuente de una reflexión o estudio sobre futbol sigue pareciéndome inadecuado. No obstante, leerlo para comenzar a empaparse de la semántica futbolera que utilizan los medios de difusión masiva -al menos en latinoamerica- me parece idóneo Es más, ciertos capítulos me parecen semillas que va dejando el autor para que el lector las siembre y coseche en sus propias reflexiones.
Eduardo Galeano |
No solo es el lenguaje sino sus reflexiones acerca del Director Técnico -antes entrenador-, el portero, el ídolo y las demás figuras de este ajedrez futbolero.
A final de cuentas, se trata de un libro modesto, nada pretencioso en tanto a ínfulas intelectualistas pero que denota un profundo amor por un deporte que en gran parte de latinoamerica va más allá de un emporio que mueve millones, llega hasta los corazones de millones de niños y adultos que aún podemos recordar aquel primer gol marcado, el primer campeonato de nuestro equipo o, incluso, recordamos aquellas viejas anécdotas que nos contaron nuestros padres o abuelos sobre su propio pasado futbolero.
Así como con Galeano, creo que debe de darse una segunda oportunidad a ciertos libros, aunque no todos la merecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario