miércoles, 4 de marzo de 2009

Lo peor y lo mejor

Para no dar muchos rodeos y entrar de una buena vez en materia: lo peor, el partido América - San Luis (al cual lamentablemente asistí) ; y lo mejor, el primer gol de Aarón Galindo con las chivas (y que hacía mucho no lograba anotar).


¿Por qué lo peor? Sólo a mi, no aficionada al América, aunque si al BUEN futbol, se me ocurre asistir a un partido tan poco prometedor en la cartelera. Efectivamente, los periódicos no se equivocaron y le partido dio pocos y magros resultados. Dadas mis buenas costumbres, llegué temprano al partido, tengo que aclararlo: jamás había visto jugar al San Luis y me emocionaba la idea de ver a un equipo por primera vez; así, en esta razón se respalda mi asistencia.

No es que sea fan de los malos equipos, pero siento que cada "institución" tiene su propia forma de jugar, tan inalterable a pesar de los cambios de directiva, jugadores o técnicos, quizás sea lago meramente discursivo, pero yo creo en ello. Además, retando al San Luis , casi ya he visto a todos los equipos de futbol en México, cierto, aunque me faltan el Guadalajara, el Santos, el Tigres, el Indios, el Puebla, el Morelia y el Atlante, cada vez son menos.

Pero siguiendo adelante con el partido, este no dio nada. El América siempre estuvo en desventaja y el San Luis con poco, muy poco logró ganar. A esto hay que sumarle el mal arbitraje y la falta de concentración de los jugadores del América que cometieron falta, tras falta, tras falta.

Definitivamente, el espectáculo estuvo fuera de las canchas: los aficionados, inchas o no, gritaban desesperados cualquier abjuración contra su equipo, lanzaban cualquier clase de líquidos, incluso playeras del equipo rotas, con la intención de que llegaran hasta la ancha (acto que desde la zona general es imposible). La porra de San Luis, pues tan igual como las demás, es notorio como las porras de provincia, con sus excepciones como la Barra 51, se parecen a las de Pumas, qué mal modelo.

Así que sacando conclusiones: el América no ha tocado fondo, aun, cuando todos ya lo creíamos.
Lo mejor: el gol de Aarón Galindo. Claro, no se trata sólo de que adore a este jugador desde que debutó en el 2002; sino de que un jugador mexicano, seleccionado, anote goles en esta raquítica liga de tercer mundo atestada de delanteros extranjeros. Sí, se trata de eso. Mas allá del amor de un acto sublime en el futbol: anotar goles.
Anotar un gol es el cenit de un partido de futbol, definitivamente es la mejor parte de un partido de futbol y el hecho de que este haya sido anotado por alguien a quien adoro me hace aun más feliz. Así que a pesar del horrible partido de futbol que me tocó presenciar el domingo, siempre hay esperanza, mientras se sigan anotando goles por personas a alas que se estima.

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