Por proyectos personales, he tenido la oportunidad de revisar prensa deportiva mexicana de la década de los cuarenta hasta el día de hoy; si hay una queja recurrente en todos los artículos, aunque sea por temporadas, esta se refiere a las autoridades deportivas del país, ya sea por el caos que mantiene para regular los negocios (que en las décadas de los cuarenta era un negocio con muchas perdidas) o si casos de bagatelas y enfrentamientos entre empresas privadas y el organismo regulador nacional del futbol.
Bueno, pues hoy esta prensa deportiva ha dado más de que hablar de nuestras finas autoridades del futbol: no sólo mintieron, sino que tienen el descaro de encubrir a quienes le sugirieron hacer tal oprobio de los mexicanos. Sí, se trata ni más ni menos de Alberto de la Torre (otra vez), ex presidente de la Federación Mexicana de Futbol; no sólo admitió hace unos meses que el sabía (no sospechaba sino que sabía de cierto) que había dinero del narco inmiscuido en el futbol mexicano. Este sujeto de dudosa moral admitió hoy, en una entrevista publicada por el periódico A/M de León, Guanajuato, que el sabía que se estaba mintiendo a la FIFA acerca de la reincidencia de Aarón Galindo y Salvador Carmona en su uso de sustancias ilegales. ¿Por qué hizo tal cosa? Pues el señor se reduce a contestar que "Así me lo dijeron". A la pregunta "¿Quién le aconsejo así?" responde que el no es un buchón como para andar diciendo quien puso en riesgo la asistencia de México al Mundial de Alemania 2006, así como otros castigos a la Federación (y a nuestro futbol, por ende) al haber tolerado el dopaje de dos jugadores.
No sé si soy la única espantada, ya ni desilusionarse es bueno, pero qué clase de autoridades (o empresarios) controlan el futbol mexicano. Al menos, esperaría, que en su calidad de empresarios cuidarían al máximo sus negocios, por lo tanto tratarían de brindar una calidad aceptable en su producto, o sea, el futbol, sus instituciones, sus jugadores, etc. No quiero crucificar a ninguno de los jugadores, pero es más que claro que el modo en que se trato el tema Galindo-Carmona fue inapropiado y poco falto para que se repitiera el caso de los Cachirules que motivo la ausencia de México al Mundial de 1990.
Insisto, cada una de estas acciones infantiles y totalmente irresponsables, además de mermar la imagen de México ante el demás mundo futbolístico; también merman el cada vez más endeble confianza del aficionado mexicano en su futbol organizado. No están las cosas como para andar mostrando las carencias de nuestro futbol, en lugar de buscar mejorar y atraer a un público nuevo a pesar de la crisis económica, se le aleja con problemas que no tendría porque afectar al aficionado medio.
Pues, aquí esta mi queja. Si es escuchada, espero que quede claro que hablo en nombre de muchos mexicanos que están hartos de estas autoridades incompetentes.
La nota completa (Entrevista a Alberto de la Torre) se puede consultar en el siguiente enlace:
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