¡Qué fin de semana! Para comenzar el Cruz Azul pierde, contra todo augurio, frente a Tecos; después el debut de Aarón Galindo con las chivas; el domingo, el Super Bowl con un final de alarido y, por si fuera poco, todo esto aderezado con los spots del IFE y los partidos políticos. ¿Enojo? Sí, esta fue la principal en muchas de los hogares mexicanos: cómo es que se interrumpía lo más sagrado de la programación mexicana: las transmisiones de deportes en vivo.
Antes de que el enojo se torne generalizado hay que apuntar varias cosas:
1.- La decisión de juntar los mensajes para así crear un bloque de spots es exclusivamente de las televisoras. El IFE solo se encarga de establecer los tiempos totales en los que alo largo del día, han de transmitir los menajes de las diferentes fuerzas políticas.
2.- Las víctimas y los culpables son los mismos: los televidentes. Sí, sin duda alguna los televidentes, todos nosotros, somos las víctimas de esta presión de las televisoras sobre el IFE. Dado que las televisoras ya no tiene la libertad de vender al mejor postor, los tiempos televisivos para emitir mensaje políticos, han llegado al extremo de presionar al televidente, consumidor en última instancia, para que este. a su vez, presione al IFE.
Hoy, abro el periódico y en la pagina 13 de El Financiero, se lee un mensaje al público en general donde se deslinda de la decisión "de las empresas televisoras" de "interrumpir la transmisión de los partidos de fubtol, para difundir los promocionales de partidos políticos y de autoridades electorales" (dicho desplegado se puede consultar en cualquier periódico de circulación nacional). No es que me moleste, pero me sorprende que sea precisamente sobre el futbol el que esté tan afectado, es decir, no importa que interrumpa noticias o películas o cualquier otro genero de emisión televisiva, sino los partidos de futbol.
Así es, seguimos siendo una sociedad demasiado futbolera, lo digo desde mi más firme amor por este deporte, no nos damos cuenta que tan sólo somos rehenes de un grupo de poderosos que no quieren perder ganancias, seguimos perdiendo poder frente a los medios de comunicación. Creo que es verdad y nos gusta ser víctimas. Es cierto, me encanta el futbol, pero por tres minutos no voy a morir, pero de cualquier modo no es valido que las empresas hagan de los consumidores los que deseen en pos de enfrentarse, cara a cara, con el gobierno. Y queda en el aire la pregunta: ¿quién, o quienes, gobiernan este país?
Pd.: Por fin alguien tiene la fuerza para dar castigos, Carlos Vela fue sancionado por la FIFA con dos partidos, y no uno, por la patada propinada a un jugador hondureño durante el último partido de la reciente eliminatoria. Los medios lo perdonaron rápido, pero cualquier persona sensata se habría ofendido ante tal muestra de antideportivismo (espero que la palabra exista) y violencia, olvidándose de lo primordial: el futbol es un juego.
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